Los Ríos, Bahoruco.- ¡“Wow! esto puede desarrollarse de una mejor manera”, esa fue la expresión de un hombre visionario que le dio forma a un lugar de recreación para sus compueblanos y que hoy es su legado en la comunidad.
Este hombre fue, Felipe Sierra, quien a mediados de 2007 tuvo la idea de represar las aguas de un pequeño canal y hacer un charco no muy grande, estableciendo un negocio de venta de bebidas alcohólicas allí.
Ubicado en la comunidad de El Cerro en el municipio de Los Ríos, provincia Bahoruco, esta piscina natural de aguas refrescantes conocida como El Hoyo de Felipe, se ha convertido en un gran atractivo, no solo para los lugareños, sino para personas de distintos puntos.
Su historia
Según nos cuenta Carlos Batista, un lugareño, el señor Felipe (ya fallecido), “era un residente (dominicano) en España. Entonces él vino aquí y estuvo mirando y dijo, Wow, pero aquí como que esto puede desarrollarse de una mejor manera. Y él arrancó y vino con su negocio y comenzó”.
“Y esto era algo pequeño primero, no era de este tamaño. Era más pequeño. Entonces, a medida del tiempo, ya como la gente vio que se estaba haciendo, ya no había cupo”, indicó.
El balneario queda a unos 15 minutos de la carretera que comunica a Los Ríos con los municipios de Neyba y Villa Jaragua, camino a la provincia Independencia desde Santo Domingo, en la frontera entre ambas provincias.
“Entonces ya con la ayuda del ayuntamiento y de los comunitarios, se amplió para elevar un poquito la capacidad para los visitantes que venían de aquí de la provincia, que venían de Santo Domingo y, hasta el día de hoy, gozamos de algo amplio aquí para la diversión de todo el mundo”, explica Batista.
Sobre el lugar
El sitio es poco vistoso a su alrededor, rodeado de árboles de bayahonda y piedras.
Hay parqueos suficientes, sin embargo, pocas opciones para comer, por lo que es recomendable llevar comida o mandarla a hacer en alguno de los lugares de expendio de bebidas alcohólicas.
Allí solo hay dos o tres negocios a su alrededor y durante nuestra visita, apenas había una fritura con venta de yaniqueques, pollo frito, tostones y demás, así como una o dos vendedoras de chucherías.
El canal, por cierto es chiquito, pero sus corrientes son un poco fuertes, se divide en dos, formando como una Y, para un lado está el Hoyo de Felipe y al otro extremo se encuentran dos charcos más pequeños, uno en forma de jacuzzi o piscina diminuta frente a otro centro de diversión para adultos.
De acuerdo a Carlos Batista, el río de donde nace el canal está ubicado al pie de la montaña en las áreas de Los Higos, Barrera, Caña Vieja, “por ahí son varias fuentes de agua que alimentan ese río”.
El Hoyo de Felipe es muy visitado en las épocas de Semana Santa y diciembre, si prefieres la tranquilidad, lo ideal es visitarlo en temporada muerta, donde no tendrás ruido ni gentío a tu alrededor.
“En Semana Santa y esos tiempos, diciembre, que la gente tiene, para salir un poco del estrés que viven en las ciudades y eso, entonces se pone full. Oye, se abarrota completo que tienen que cerrar el tránsito. La Policía tiene que intervenir aquí para que no entren tantas personas”, nos explicó Carlos.
La corrida de mulos
Pero si usted pensaba que a Los Ríos solo pude ir a bañarse y disfrutar de las frescas aguas de El Hoyo de Felipe, se equivocó, porque además, en el mes de julio se celebra una actividad muy peculiar, el Día de San Juan, cuando se realiza la tradicional corrida de mulos, algo casi único de este lugar.
“Para el mes de julio aquí siguen esa tradición que ya pocos municipios la tienen. Esa es una de las buenas celebraciones de Los Ríos”, afirma muy emocionado Batista.
Recomendaciones
En cuanto a la profundidad de la piscina natural, la misma no es muy honda, debe tener algo menos de un metro en su marte más profunda, sin embargo, siempre es bueno tomar las precauciones de lugar, especialmente con los niños y quienes no sepan nadar.
Si usted es de los que le gusta salir a conocer su país, no deje ve visitar este lugar y también disfrutar de la corrida de mulos.